Los edificios, como las personas, pueden gozar de buena o mala salud. El problema es que una construcción en mal estado puede poner en riesgo la integridad de sus habitantes o de los viandantes que transiten por sus inmediaciones. Por este motivo, resulta esencial revisar el estado de la edificación para garantizar que el mismo cuenta con unas condiciones mínimas de seguridad, salubridad y ornato. Según nuestra experiencia en la rehabilitación de fachadas en Cantabria las inspecciones de la edificación deben realizarse con frecuencia, sobre todo a medida que van pasando los años.
El objetivo final es realizar un mantenimiento preventivo, que nos permita reparar cualquier aspecto de la edificación que sea necesario. Este es, sin duda, el mejor modo de evitar averías de mayor consideración que pueden suponer un mayor desembolso para los propietarios. Para logarlo se realizan Inspecciones Técnicas de la Edificación (ITE), una acción con la que podemos prolongar la vida de nuestro edificio.
Este tipo de inspecciones están reguladas por normativa, concretamente es el Real Decreto-Ley 8/2011 y las Ordenanzas Municipales las que se encargar de velar por el estado de las construcciones. El tiempo determinado entre una inspección y otra dependerá de la edad del inmueble y de la Comunidad Autónoma en la que te encuentres.
Además de la ITE, podemos realizar un Informe de Evaluación de Edificios (IEE) que también nos permite conocer el estado del edificio. Este tipo de documentación resulta fundamental para solicitar cualquier ayuda pública o subvención, a nivel autonómico o estatal, que se conceden con el objetivo de conservar o renovar el edificio.
Estas revisiones son obligatorias y habrá que estar al tanto de cuándo toca una nueva inspección, ya que en caso de no cumplir la normativa los propietarios pueden tener que hacer frente a una multa cuantiosa. En Acebo Rehabilitación te contamos que son la estructura, los cimientos, fachadas, cubiertas, azoteas, fontanería o saneamiento los principales elementos que se inspeccionan. Otro punto que suele revisarse y que ha ganado peso en los últimos años son los elementos de accesibilidad.
Dicen que más vale prevenir que curar, mantener nuestro edificio en buen estado es la mejor forma posible de preservar la salud de la construcción, evitando daños de mayor consideración que podrían suponer un riesgo para el inmueble.