Los edificios también tienen que enfrentarse a un proceso de envejecimiento. Los paramentos externos de una construcción son los que más sufren el desgaste. Con el paso de los años deberemos plantearnos la reforma y reparación de aquellos elementos que se encuentren en mal estado. Según nuestra experiencia en la ejecución de rehabilitación de fachadas en Cantabria sabemos bien que existen muchos factores para considerar estos trabajos de renovación.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es si presenta grietas y fisuras, ya que estos problemas podrían ser el principio de un problema de filtraciones de agua de lluvia que podría desencadenar humedades en el interior del inmueble. Además, la fachada es la carta de presentación de nuestro hogar. Es lo primero que verán nuestros invitados, va a suponer la primera impresión que tendrán sobre nuestra vivienda. No es una cuestión para obviar.
La palabra “derrama” es la que más miedo da en una junta de propietarios. El presupuesto para reformar la fachada de una determinada finca dependerá de múltiples factores. Lo que sí podemos decirte es que el presupuesto se calculará en función de los metros cuadrados de superficie, cuanto mayor sea el edificio más subirá el precio de la rehabilitación.
Otra cuestión que puede hacer oscilar el precio de las obras será el tipo de fachada que estamos tratando y los materiales seleccionados para su renovación. Como ya hemos comentado en entradas anteriores, este es el momento ideal para determinar si, además de la renovación de la fachada, deberemos apostar por una técnica de rehabilitación energética. Evidentemente, esta última acción también puede incrementar el precio, aunque en este caso será necesario valorar los beneficios de estos sistemas antes de tomar una decisión.
Tipos de fachadas
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La forma, el color o el material del que se componen son factores que diferencian a unas fachadas de otras.
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Podemos encontrar edificios antiguos compuestos de materiales nobles, como la piedra, que rara vez contarán con cámara de aire o sistema de aislamiento térmico.
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Las fachadas ventiladas, en el otro extremo, son un gran ejemplo de edificios sostenibles. Permitiendo a los habitantes de ese inmueble un importante ahorro energético que se traducirá en la reducción de sus facturas.
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También es posible que demos con edificios antiguos que cuentan con una protección especial, dado su interés histórico o cultural.
Los trabajos no serán los mismos en unas superficies que en otras y estas tipologías pueden hacer variar el presupuesto. De todas formas, si estás pensando en reformar tu fachada consulta con Grupo Acebo, te ofrecemos las técnicas más innovadoras y los materiales más vanguardistas para conseguir los resultados que deseas.