El aspecto de una vivienda es esencial para su venta. Si se ve en mal estado será más difícil encontrar un comprador y, seguramente, las personas que visiten el inmueble con intención de comprarlo regatearán el precio argumentando que hay que mejorar ciertas cosas o hacer reformas. En nuestra empresa de albañilería en Cantabria sabemos bien que lo más normal es tratar de lavarle la cara a la casa antes de ponerla a la venta. Sin embargo, en ocasiones no es suficiente.
Todos sabemos que una vivienda con humedades verá devaluado su precio, pero no sabíamos cuánto exactamente. El Colegio de Administradores de Fincas en Madrid nos ha ofrecido el dato: hasta un 35%. Las consecuencias de los problemas de humedad son sobradamente conocidos por todos, además de los daños materiales y estéticos pueden suponer una merma para la salud de las personas que habitan allí. Por este motivo, los compradores cada vez están más concienciados y comprueban que el inmueble no tenga humedades antes de hacer la operación inmobiliaria.
La humedad puede llegar a la estructura del edificio, en muchas ocasiones la raíz del problema no se encuentra visible. Muchos tratan de poner un parche, de hacer un lavado de cara de la vivienda. Pintar la pared donde están las manchas, etc. Sin embargo, el Código Civil establece que el propietario está obligado a hacerse cargo de los problemas ocultos que la vivienda pueda tener antes de venderla.
Este tipo de engaños no son legales, del mismo modo que ya es obligatorio contar con un certificado de calificación energética. La finalidad será que los compradores sean realmente conscientes de lo que están adquiriendo. La mejor alternativa para no tener problemas, es arreglar el foco de la humedad. El sistema más adecuado para conseguirlo dependerá del tipo de humedad que tenga la vivienda.
En Grupo Acebo queremos destacar que las humedades pueden deberse a tres problemas: capilaridad, condensación o filtraciones de agua de lluvia. Será necesario realizar un diagnóstico adecuado para elegir la mejor solución posible y acabar con el problema de base, eliminándolo para siempre. Sólo así evitaremos cometer una ilegalidad en la venta o conseguir un precio un 35% más bajo de lo que consideramos justo.