El ahorro energético se está convirtiendo en una cuestión de peso en nuestra sociedad. No es de extrañar, ya que aporta gran cantidad de ventajas. Desde minimizar nuestras facturas, hasta preservar el medio ambiente. Está en nuestra mano habilitar los edificios para contribuir a cuidar el planeta y realizar un consumo más responsable. Como empresa especializada en la rehabilitación de fachadas en Cantabria, sabemos que a la hora de acometer estos trabajos es un buen momento para aplicar un sistema de aislamiento térmico y apostar por la rehabilitación energética del inmueble.
Desde la Unión Europea se pretende mejorar las construcciones existentes, con el objetivo de hacerlas más eficientes energéticamente hablando. La normativa para conseguir el ahorro energético perseguido, debe aplicarse en las intervenciones sobre los cerramientos de los edificios, así como en las obras de nueva construcción y en la ampliación de las construcciones.
Desde Acebo Rehabilitación queremos hacer hincapié sobre los beneficios de mejorar las condiciones técnicas de cualquier construcción: se mejoran las condiciones de confort en el interior del inmueble, se reduce la emisión de gases nocivos a la atmósfera y se reduce el consumo de energía.
El Código Técnico de la Edificación (CTE) limita el consumo de energía en los edificios, así como la demanda energética relativa al uso de los aparatos de climatización. Para conseguir los objetivos marcados, esta normativa diferencia varias secciones. Dos de ellas están relacionadas con el aprovechamiento de las energías renovables y otras dos sobre la eficiencia y el rendimiento energético de las instalaciones térmicas y de iluminación.
Otra de las secciones hace referencia a la limitación de la demanda energética para calentar y enfriar las diferentes estancias de la edificación. Cuando se procede a realizar obras de rehabilitación de fachadas, es un buen momento para mejorar el comportamiento energético de la construcción, mediante la mejora energética de la envolvente del edificio: cubiertas, fachadas, suelos, revestimientos, etc.
Los sistemas de aislamiento térmico son una gran solución para acabar con las fugas térmicas, mantener las temperaturas del interior del inmueble estables durante más tiempo y minimizar la emisión de gases de efecto invernadero a la atmósfera.