Es evidente que cualquier material va a oponer resistencia a las fugas térmicas. Sin embargo, unos cuentan con propiedades más concretas, que permiten conseguir mejores resultados de aislamiento térmico. Como ya hemos visto en muchas ocasiones, evitar estas fugas térmicas es una cuestión esencial para mejorar las condiciones de confort en el inmueble y reducir, notablemente, nuestras facturas relativas al consumo energético. Existen muchos productos en el mercado que surgen con el objetivo de incrementar el nivel de aislamiento en las edificaciones, pero no todos presentan la misma calidad. Fuimos una de las primeras empresas que ofrecían el sistema de corcho proyectado en Cantabria y, ahora, está demostrado que es uno de los más eficientes.
A pesar de todo, nuestra apuesta por la calidad es continúa. Seguimos trabajando, cada día, para conseguir los mejores resultados. En este sentido, hemos apostado por una nueva gama de productos relacionados con los trabajos de aislamiento térmico. Desde Acebo Rehabilitación queremos presentarte esta nueva gama AISLATERM, que contempla los siguientes productos:
- Pintura térmica de exterior con poliuretano.
- Pintura térmica para interiores.
- Pintura térmica para lucernarios.
- Corcho proyectado en fachadas.
- Corcho proyectado fino para interiores.
- Masilla térmica, tanto para exterior como para interior.
- Mortero térmico eco proyectado.
- Mortero térmicos eps proyectado.
- Insuflado.
- Láminas térmicas.
Estos materiales son los más avanzados del mercado, que nos permiten garantizar un servicio de mayor calidad y conseguir los objetivos esperados. Se trata de una serie de productos, especialmente pensados para los revestimientos térmicos. Estos materiales crean una barrera para evitar el paso del calor o el frío por los muros de la fachada de la edificación. Lo normal es que la temperatura interior y exterior tienda a igualarse, con estas medidas de aislamiento térmico podemos evitarlo.
Obviamente, estos sistemas permiten optimizar el uso de los aparatos de climatización. Al mantener durante más tiempo la temperatura interior se minimiza el tiempo de uso necesario de los mismos. Una acción que se nota, y mucho, en la factura final del consumo energético.