Entre los beneficios que reporta a los propietarios de un inmueble la instalación de un buen aislamiento térmico en Cantabria pensamos habitualmente en la mejora del confort en el hogar y la reducción del consumo en climatización. ¿Pero cómo podemos cuantificar las ventajas económicas que reporta la rehabilitación energética de un edificio? ¿Existen otros factores de interés más allá del ahorro en las facturas?
Comencemos por calcular las cifras que se pueden alcanzar en lo que respecta al consumo energético. Un estudio reciente comparaba el gasto medio para dos pisos situados en extremos contrarios de la escala de eficiencia, la conocida calificación por letras. Según los cálculos, una vivienda de en torno a 100 metros cuadrados y de clase A podría reducir hasta en un 90% su gasto energético en comparación con una de clase G.
Por supuesto, hay que tener en cuenta que en este cálculo influyen diversos elementos además de la climatización, como los electrodomésticos o la iluminación. Si bien estamos hablando de una comparación de extremos, teniendo en cuenta que existen unas condiciones muy exigentes para obtener la calificación A, da una buena medida del ahorro gradual que se obtiene a medida que se mejora la eficiencia en un inmueble.
Pero además, invertir en un comportamiento térmico y energético más eficiente también puede acarrear ventajas a largo plazo en las que merece la pena detenerse. La certificación energética no solo forma ya parte imprescindible del informe de evaluación del edificio, sino que también se ha convertido en un requisito para poner una vivienda en el mercado.
De esta manera, la eficiencia comienza a ser una de las características que forman parte de la tarjeta de presentación de cualquier inmueble, y la creciente conciencia en torno a su relevancia y su peso económico la están convirtiendo en un apartado a tener en cuenta por parte de los potenciales compradores, lo que según los expertos inmobiliarios terminará por repercutir en la valoración de las viviendas. Por otra parte, se ha venido especulando incluso con posibles medidas futuras para incentivar la inversión en eficiencia energética, como beneficios o exenciones impositivas.
Desde Grupo Acebo insistimos en lo conveniente de apostar por mejoras en materia de aislamiento, que se palpan tanto en el confort del día a día como en el ahorro a largo plazo.