Los materiales aislantes insuflados son una gran solución para mejorar las condiciones térmicas de los edificios modernos sin renunciar al espacio. Las fachadas son una de las partes básicas de la envolvente del edificio. Se trata de paramentos vulnerables, pues se encuentran expuestos a diferentes agentes externos. Además de las inclemencias meteorológicas, la polución y la contaminación pueden terminar por pasarles factura. Algunos edificios modernos cuentan con un acabado de ladrillos caravista, que no precisan de otro revestimiento exterior, en cuyo caso, el corcho proyectado puede ser una buena opción de aislamiento térmico para no alterar la estética de la construcción.
Uno de los grandes problemas que estamos encontrando en algunas viviendas de nueva construcción, desde el año 2000, es que por dentro en lugar de usar ladrillo para los tabiques se emplea yeso laminado o pladur. La cámara de aire que queda entre la fachada de caravista y el muro interior resulta insuficiente. El aislamiento térmico insuflado por el interior es la mejor solución para minimizar las pérdidas térmicas y aislar acústicamente.
En nuestro país, el aislamiento insuflado es una práctica muy recurrente. La mayor parte de los materiales que se emplean para las fachadas precisan de este tipo de técnicas para mejorar las condiciones térmicas de los diferentes inmuebles. El uso de pladur en el interior también es frecuente, cada vez más, ya que es un material resistente y ligero que permite reducir, notablemente, los costes de fabricación, transporte e instalación.
Cuando existe una cámara de aire y encontramos tabiques internos de yeso y una fachada de ladrillo caravista, la mejor opción para no renunciar al espacio será el aislamiento insuflado por el interior. Para ello, podemos utilizar diferentes materiales, como son:
- Celulosa: Se obtiene del reciclado de papel, al que se le añaden sales de boro para conseguir el material aislante.
- Lana de roca: Para su elaboración se calientan rocas basálticas volcánicas y minerales a 1500ºC, una vez frío, se obtienen hilos que se entrelazan para conseguir este material en bruto.
- Lana mineral: El proceso es similar al anterior, sólo que en esta ocasión el material que se recicla es el vidrio. Alcanzando los 1600 grados se obtienen hilos y fibras que componen esta solución.
- Poliestireno con grafito (EPS): Derivado del petróleo, consiste en insuflar poliestireno con perlas de grafito.
- Corcho: Se obtiene de la corteza del alcornoque, se forman aglomeraciones constituidos de pequeños gránulos.
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